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jueves, 22 de septiembre de 2011

El sistema de pensamiento en la economía clásica



El sistema de pensamiento en la economía clásica

Características generales del “clasicismo” en economía:

Los cincuenta años en torno del final del siglo XVIII marcan un cambio social profundo. Formas nuevas de producción, de relaciones sociales, de gobierno y de pensamiento social, que en su lucha contra las antiguas se habían desarrollado de una manera lenta y muchas veces vacilante, avanzaban ahora triunfante y las batallas anteriores fueron fácilmente olvidadas. En el campo de las ideas, el reflejo de los cambios económicos y políticos acusa una diferencia aún más notable que los cambios mismos. El pensamiento social toma conciencia de sí mismo y revela un conocimiento más completo que hasta entonces de la naturaleza del orden social que se estaba erigiendo ante sus ojos.

La economía nació como ciencia en el período clásico, sobre cuyo comienzo y final nunca hubo acuerdo entre los economistas. Los más moderados eligieron comenzar por Adam Smith (1776) y culminar con Stuart Mill (1848). Los franceses prefieren como punto de partida a Quesnay y su cuadro económico, en tanto Marx señaló como primer clásico a William Petty (siglo XVII) y como último, a Ricardo (1817). Los seguidores de Marx prefieren considerarlo a él como último y mayor clásico. Keynes (1936) llamó economía clásica al período que se extiende desde Ricardo hasta 1936, su propia obra.

La economía clásica es una teoría con su modelo y su referente empírico. La economía clásica es un discurso sobre la producción. También habla de los mercados, de los procesos monetarios, de la intervención del estado

La demanda es el factor de perturbación a corto plazo. A los clásicos no les interesaba mucho el corto plazo. La demanda perdía capacidad explicativa si operaba en condiciones de mercado en que las funciones de oferta son infinitamente elásticas y cuando los costos unitarios son constantes.

La nula presencia de la demanda tiene su contrapartida en la omnipresencia de la oferta. El valor de cambio se determina por las condiciones de oferta o por los costes de producción.

La economía clásica considera a la sociedad segmentada en grandes agregados de personas: propietarios, productores, y estériles (Quesnay); terratenientes, asalariados y capitalistas (Smith-Ricardo); asalariados y burgueses (Marx). La economía clásica es conservadora, y no contempla el cambio de status social., al que consideran dato de mayor durabilidad aun que el largo plazo. En el análisis de las cosas económicas, no se tiene en cuenta movilidad social alguna. Quien había nacido en una clase quedaba adscripta a ella por el término de su vida natural. El orden económico incluso aportaba mecanismos que contribuían a mantener a todos en su clase de pertenencia: el asalariado necesitaba consumir todo su salario, no lo era posible ahorrar ni por tanto acumular un capital, por pequeño que fuera, para pasar a la clase de patrono. Acumular capital era privativo de los perceptores de ganancias. Poseer tierras era privativo y excluyente de la nobleza.

Cuando se habla del largo plazo éste expresa una convención que designa distintas duraciones de tiempo, según el problema que se analice. Si se trata de ver la respuesta de la oferta de trabajo a una mejora del salario corriente, el plazo es de once años, lapso que transcurre entre el nacimiento y la aparición de un niño en el mercado laboral. Si se trata de ver la respuesta de la oferta, el largo plazo es el tiempo necesario para ajustar el capital fijo de una unidad de producción. Si se trata de medir el precio natural de un bien, debe conocerse toda la serie anterior de precios de mercado. Si se trata de analizar los efectos de una expansión de la cantidad de dinero, el largo plazo es el efecto final sobre los precios, luego de ajustes sucesivos que llevan a la economía a estados próximos al pleno empleo.

Otras características del sistema clásico son:

· Visión optimista del funcionamiento de los mercados: Los clásicos favorecían la libertad, los mercados no regulados y la libertad individual irrestricta. Tenían la seguridad de que la libertad y la exención de impuestos eran buenos por sí mismos. Además la libertad, en particular la económica, proporcionaba un medio a través del cual la economía podía funcionar de manera más eficiente. Los individuos y los negocios deberían tener libertad de comerciar sin que interviniese el gobierno. Más aún, los clásicos consideraban que la libertad económica y política estaban entrelazadas de manera indisoluble; ambas se fertilizaban mutuamente.

· La preocupación por el crecimiento económico: Al tener una orientación esencialmente macroeconómica los economistas clásicos avisoraron el descubrimiento de las fuerzas que determinan la tasa de crecimiento económico. Su preocupación por el crecimiento condujo a los economistas clásicos al estudio de los mercados y al sistema de precios como un asignatario de recursos. Los clásicos estudiaron la formación de los precios relativos y de mercados, a fin de comprender su impacto sobre el crecimiento económico. Los clásicos también mostraban mucho interés por las fuerzas que cambian la distribución del ingreso a través del tiempo.

· Otro alejamiento notable del pensamiento mercantilista: Aun cuando la estructura teórica de los mercantilistas era débil, ellos confiaban en su capacidad para entender el funcionamiento de la economía. Una vez que estaban convencidos de haber logrado dicho entendimiento, consideraron apropiado intentar remediar cualesquier defectos que percibían en el funcionamiento de la economía, ya sea a través del cambio de las estructuras institucionales o permitiendo la intervención del gobierno. A los mercantilistas les gustaba compararse con un doctor que atendía a su paciente: ellos recetaban remedios para el mal funcionamiento de la economía, los cuales a menudo suponían la intervención del gobierno. Esta certeza de conocimientos por parte de los mercantilistas contrasta por entero por el escepticismo de Adam Smith, quien cuestionaba la sabiduría de los políticos, los cuales se atrevían a sustituir juicios del mercado por los suyos.

Entre los principales aportes de Smith:

· Estableció el concepto de la libre competencia como única vía para asegurar el máximo bienestar de la sociedad.

· Definió la importancia de la división del trabajo como causa principal de la reciente productividad

· Planteó una nueva división de la sociedad en clases

· Desarrolló la teoría del trabajo como fuente del valor de los bienes.

El bienestar de la sociedad

Una de las ideas fundamentales de Smith es que en la naturaleza del hombre existe una cierta propensión a intercambiar unas cosas por otras. Para él, el hombre es un individuo egoísta que busca su bienestar de acuerdo únicamente con sus propios intereses.

Es a través e la búsqueda de su interés personal y guiados por lo que Smith llama una mano invisible, que los individuos alcanzan el interés general, el bienestar de la general.

La armonía de la sociedad resulta del equilibrio de las fuerzas económicas y no de la intervención de una autoridad política como el Estado. Sin la intervención del Estado es cuando se alcanza máximo bienestar tanto del individuo como de la sociedad en su conjunto. Este último concepto constituirá el fundamento de la nueva corriente: el liberalismo económico.

Estado y Libertad individual

Para Smith las normas principales de la política económica serán la libertad de la actividad económica individual y la eliminación de la intervención del Estado. El gobierno sólo debe tener cuatro deberes: la defensa contra la agresión extranjera, la administración de justicia, el sostenimiento de obras e instituciones públicas que no son rentables para los particulares y la defensa de la propiedad privad. De esta manera, Smith establece la necesidad de existencia del Estado sólo como protector de los derechos naturales del hombre.

Adam Smith estaba convencido de que con la libre competencia y el rápido desarrollo de la economía capitalista, no sólo se incrementaría la riqueza de las naciones, sino que mejorarían las condiciones de vida de las clases más bajas, que podrían recibir una porción cada vez mayor de la creciente riqueza de la sociedad.

La libre competencia, junto con la división del trabajo, es lo que da lugar a un aumento de la riqueza de la sociedad y al producir una mayor cantidad de bienes también causa una disminución de los precios, y con ello no sólo se ven beneficiadas las clases altas sino también las clases pobres ya que pueden acceder a una cantidad de productos más baratos.

Smith advierte que la monotonía que genera un trabajo reducido a muy pocas y sencillas operaciones entorpece la actividad del cuerpo del trabajador y lo incapacita para ejecutar cualquier otra ocupación a la que no está acostumbrado.

A largo plazo, tanto el trabajador como el patrono se necesitan mutuamente, pero con distinta urgencia.

Las nuevas clases sociales

Salario: se entiende por salario del trabajo aquella recompensa que se otorga cuando el trabajador es una persona distinta del propietario del capital que emplea el obrero.

El beneficios una deducción del producto del trabajo de la cual se apropia el capitalista. Pero, además, las variaciones en los beneficios dependen de la cantidad de capital invertido.

A medida que hay más comerciantes que venden el mismo producto, la competencia entre ellos hace que comiencen a ofrecer sus productos a precios cada vez más bajos con el fin de atraer a los compradores. Pero a medida que los precios bajan, disminuyen también los beneficios obtenidos por cada uno de los comerciantes. Incluso podría suceder que decidan salir de ese negocio e invertir su capital en otro que rinda mayores ganancias.

Smith plantea que los beneficios están directamente relacionados con la cantidad de capitales que se invierten en un mismo tipo de negocio.

La renta es aquella parte del ingreso proveniente del producto de la tierra y que el propietario exige un virtud de su derecho de propiedad.

Según esta división del ingreso, las clases se dividen de acuerdo con la forma en que los individuos reciben dicho ingreso: los asalariados, las empresas capitalistas, y los terratenientes.

La clase de los asalariados agrupa a aquellos individuos que reciben sus ingresos en forma de salarios a cambio de su trabajo, ya sea que éste se realice en la agricultura o en la industria. La clase de los capitalistas está compuesta por aquellos que reciben sus ingresos en la forma de beneficios provenientes del capital, ya sea que éste se aplique a la agricultura o a la industria. Los terratenientes, por su parte, son aquellas personas que siendo propietarias de una porción de tierra reciben un ingreso (denominado renta) que proviene del excedente generado por aquellos que trabajan esas tierras.

El origen de la riqueza

Smith, la igual que los fisiócratas, considera que la fuente de toda riqueza es el trabajo. Este "trabajo" debe entenderse como la suma total del trabajo de una nación. Por lo tanto, el dinero (oro y plata) no constituye riqueza alguna, sólo es el medio por el cual se facilita la circulación de los productos.

En consecuencia. Para aumentar la riqueza social, será necesario aumentar el trabajo total de la sociedad. Esto se puede lograr aumentando la cantidad de miembros trabajadores de la sociedad o bien a través de un aumento en la productividad del trabajo. En el primer caso, será necesario un incremento en el capital toral. En el segundo caso, la productividad del trabajo puede ser aumentada como resultado de la división del trabajo.

Esta división del trabajo da origen, según Smith, al progreso en la sociedad.

La división técnica del trabajo incrementa la productividad por varios factores:

· El aumento de la destreza de cada uno de los trabajadores al repetir la misma acción continuamente

· La reducción de tiempos muertos (tiempo perdido) al economizar tiempo que antes se perdía al pasar de una tarea a otra.

· Facilita la intervención de un gran número de maquinas – herramientas que permiten aumentar la capacidad productiva de un hombre.

¿Cómo se establece el valor de las cosas?

Smith dice que la palabra "valor" tiene dos significados diferentes: algunas veces, expresa la utilidad de un objeto; otra, expresa la capacidad de comprar otros productos. En el primer caso se trata de "valor de uso" y, en el segundo, del "valor de cambio".

Smith se propone descubrir los principios o "leyes naturales" que regulan el valor al que se le realiza el intercambio de mercancías, es decir, su valor de cambio. Para esto investiga cuál es la medida real de este valor o, en otras palabras, cuál es el precio de todos los bienes.

La riqueza de cada individuo dependerá de la cantidad de mercancías, o productos del trabajo de otros, que pueda adquirir en el mercado. Smith llega a la conclusión d que la medida real del valor de todas las mercancías es el trabajo: lo que realmente vale una mercancía para su poseedor es el esfuerzo que requiere producir dicha mercancía, y por otra parte, también es el trabajo que se puede ahorrar al intercambiarla por otra mercancía.

Cuando los poseedores de capital emplean a otras personas para trabajar y les suministran los materiales y las herramientas, se hace necesario que la venta del producto permita no sólo pagar los salarios de los obreros sino, además, obtener la ganancia que el capitalista exigirá en razón de haber comprometido su capital. Bajo estas condiciones, el producto ya no le pertenece íntegramente al trabajador, ya que una parte de dicho producto le será deducida a favor del capitalista (y del terrateniente en el caso de la agricultura)

Entonces, el precio de toda mercancía se compone se salarios, beneficios y renta. Éstas son las tres fuentes originarias de toda clase de ingreso y de todo valor de cambio.

Cuando el precio de una mercancía es suficiente para pagar los salarios del trabajo, los beneficios del capital empleado y la renta de la tierra, es mercancía, dice Smith, se vende por lo que realmente vale, y ese precio se llama precio natural. Lo interesante, es que Smith establece la diferencia entre le precio natural y el precio de mercado, que sería aquel que se paga efectivamente en el mercado. Este precio de mercado es regulado por las cantidades de mercancías ofrecidas y demandadas en el mercado, y puede ser mayor, igual o menor que le precio natural.

La ley de la oferta y la demanda

Cuando la cantidad de una mercancía que se lleva la mercado, la oferta, es insuficiente para suministrar la cantidad requerida o demandada por todos aquellos que están dispuestos a pagar el valor o precio natural, algunos de ellos, con tal de no renunciar a la mercancía, estarán dispuestos a pagar más por ella. Entonces, la competencia que surge entre los compradores hará subir el precio de mercado por sobre el precio natural.

En cambio, cuando en el mercado la cantidad de una mercancía excede la demanda, entonces no puede venderse toda esa cantidad entre quienes estarían dispuestos a pagar su valor natural. La competencia entre los vendedores hará bajar el precio de mercado respecto del precio natural.

Cuando la cantidad de una mercancía llevada al mercado es justamente suficiente para cubrir la demanda, entonces, el precio del mercado, coincidirá exactamente con e precio natural. La oferta coincide con la demanda, y toda la cantidad se vende a este precio que se denomina precio de equilibrio del mercado.

El precio natural es el precio de referencia alrededor del cual fluctuarán los pr4ecios del mercado de todas las mercancías. Esta forma en que actúan la oferta y la demanda, que se conoce como ley de oferta y la demanda, regulará el precio de equilibrio del mercado por arriba o por debajo del precio natural de la mercancía, haciéndolos coincidir en determinados casos.

La acumulación de capital

El fundamento del progreso de la sociedad es la producción industrial, pues sólo el trabajo del obrero y de los comerciantes e industriales capitalistas es productivo.

Por lo tanto, únicamente se puede aumentar el producto anual de un país aumentando la cantidad de trabajadores productivos o la productividad de los trabajadores. Y esto requiere de un capital adicional.

Smith piensa que sólo a través del ahorro es que una parte de los ingresos anuales pueden ser dirigidos a emplear trabajo productivo.

Para Smith la base del aumento de la riqueza está en ahorro, ya que supone que todo el ahorro se destina a incrementar el capital.

La disminución de los salarios generará un aumento en los beneficios de los empresarios, lo cuál provocará un aumento en el ritmo de crecimiento o acumulación de capital. Como habrá más recursos monetarios para aumentar la cantidad de trabajadores, entonces, se incrementará la demanda de trabajo.

Sin suponemos que la oferta de trabajadores no crece tan rápido como la demanda, entonces la competencia entre los capitalistas los llevará a ofrecer salarios más elevados para atraer trabajadores a sus empresas, con lo cual los salarios tenderán a subir.

Peri, si a medida que crece la acumulación de capital crecen también los salarios, entonces, en algún momento éstos constituirán un factor de disminución de los beneficios, provocando la desaceleración del crecimiento.

El poseedor del capital procurará aumentar la producción, ya sea introduciendo modificaciones en la organización de la producción o incorporando maquinarias nuevas, de manera tal que la misma cantidad de trabajadores produzcan más en menos tiempo.

Todos estos cambios implicarán que el capitalista puede aumentar su producción sin necesidad de aumentar la cantidad de trabajadores en la misma medida. Por lo tanto, este aumento en la productividad del trabajo hace disminuir la demanda de trabajo.

A largo plazo, entonces, el aumento de la riqueza nacional (junto con una mejora en la productividad del trabajo) trae aparejado un aumento de los salarios junto con los beneficios.

A medida que aumenta la riqueza de la nación y la acumulación de capital, aumenta también la demanda de trabajo y con ella la oferta de trabajo, es decir, la población de trabajadores necesarios para abastecer esa demanda. Por lo tanto, no habrá problemas ni de excesiva demanda de trabajo ni de un exceso de oferta de trabajo.

David Ricardo

Entre sus principales aportes se destacan la teoría de la renta diferencial y la teoría de que el intercambio internacional debía sostenerse en las ventajas comparativas de cada país.

También se ocupó de investigar de donde proviene el valor de las cosas. Coincide con Smith en que la palabra "valor expresa algunas vece la utilidad de un objeto (valor de uso) y otras, la capacidad de adquirir otros bienes (valor de cambio). Sin embargo, dice Ricardo que si bien la utilidad no es la medida del valor de cambio de una cosa, si es algo absolutamente esencial a ésta, pues, por ejemplo, el agua y el aire son muy útiles y no tienen valor de cambio. En cambio, el oro puede ser cambiado por muchos otros bienes y, sin embargo, tiene escasa utilidad comparado con el aire y el agua. En última instancia, concluye que el valor de cambio de las cosas que poseen utilidad tiene dos orígenes: su escasez y la cantidad de trabajo requerida para obtenerlas.

Para Ricardo, la cuestión principal a investigar era cómo se distribuía la creciente riqueza de la sociedad entre sus miembros. El problema principal de la Economía política consiste en determinar las leyes que regulan esta distribución. Siguiendo esta orientación Ricardo elabora su teoría de la renta diferencial.

Teoría de la renta diferencial

Define renta como aquella parte del producto de la tierra que se paga al propietario por el uso de las fuerzas originales e indestructibles del suelo.

Ricardo afirma que si toda la tierra tuviera las mismas propiedades, si fuera ilimitada en cantidad y uniforme en calidad, no se pagaría nada por su uso; por el contrario, se paga renta porque la tierra es ilimitada en cantidad y de diversa calidad.

Uno de los supuestos de Ricardo es que la porción de tierra que se cultiva en primer lugar es la de mayor fertilidad y mejor calidad, y que sólo al crecer l población, la necesidad de aumentar la provisión de alimentos hace necesario cultivar aquellas tierras de inferior calidad o situadas menos ventajosamente. Ahora bien, cuando estas tierras de segundo orden se empiezan a cultivar es cuando las tierras de primera calidad comienzan a pagar renta. Y el importe de la renta dependerá de la diferencia de calidad de esos dos terrenos.

Un ejemplo de renta diferencial

Ricardo dice que le precio de trigo está determinado por la productividad de a última parcela de tierra cultivada.

Por lo tanto, el precio de la tonelada de trigo en el mercado será mayor a medida que es necesario cultivar tierras de menor calidad. E esta manera, al elevarse el precio del trigo, aquellas tierras de mayor fertilidad reciben un plus o beneficio extraordinario que, medido en toneladas de trigo, deberán entregar al propietario de la tierra en concepto de renta.

La renta es siempre la diferencia entre el producto obtenido por iguales cantidades de capital y trabajo en tierras de calidad diferente. A este concepto se lo conoce como renta diferencial.

A medida que aumenta la renta disminuyen los beneficios que recibe cada cultivador. La necesidad de cultivar tierras de inferior calidad llevará a un aumento del precio del trigo que beneficia a los propietarios de las tierras y perjudica a aquellos que las trabajan.

El aumento en el precio del trigo obligaba a subir los precios. Los capitalistas estaban obligados apagar más a sus trabajadores para asegurar su subsistencia. Entonces, también se ven perjudicados los industriales, pues deberán pagar mayores salarios. Los terratenientes entran en conflicto con los intereses de los obreros y de los industriales. Mientras que los primeros desean que suba el precio del trigo, los obreros y os capitalistas ven con buenos ojos la caída de su precio. Pero Ricardo dice que los intereses de los terratenientes están en oposición al interés general de la sociedad.

Ricardo demuestra la existencia de conflictos entre las distintas clases sociales y demiente así la idea de armonía entre las clases sociales que Smith había establecido al decir que si crecía la riqueza de una nación se beneficiaban todas las clases.

Respecto de su teoría de la renta, cabe destacar que el posterior progreso en la tecnología aplicada a la actividad agrícola incrementó en gran medida la productividad del trabajo en ese sector resultando un continuo aumento de la producción agrícola aún con reducciones en la cantidad de trabajadores. No obstante, la teoría de Ricardo constituye un aporte fundamental al pensamiento económico.

Teoría de las ventajas comparativas

Ricardo estaba favor de la libre competencia no sólo en el caso del mercado interno, sino también en el comercio entre países.

Ejemplo:

TEJIDOS VINOS

INGLATERRA 100 120

PORTUGAL 90 80

Inglaterra tiene más interés en producir vinos y tejidos y exportarlos a cambio de importar vinos de Portugal. Obrando así, Inglaterra obtiene más tejidos y más vinos de los que obtendría se produjeran ambos bienes. Por su parte, si Portugal se dedica sólo a la producción de vinos, importando tejidos y exportando vinos, ello le rinde más provecho que si produjera ambos.

Ricardo dice que "la misma ley que regula el valor relativo de las mercancías en un país no regula el valor relativo de las mercancías cambiadas entre dos o más países".

Portugal tiene ventajas absolutas sobre Inglaterra en ambos bienes, ya que puede producirlos utilizando menor número de hombres por año que Inglaterra. En cambio, Inglaterra posee ventaja comparativa en la producción de tejidos, ya que puede fabricar tejidos utilizando menos recursos que en la producción de vino, mientras que en Portugal se da la relación inversa (utiliza más recursos en la producción de tejidos que en la de vinos). Pero si cada país se especializa en la producción de uno solo de los bienes, aprovechando las ventajas comparativas que posee, entonces obtendrán en total una mayor cantidad de esos bienes. De ese intercambio resultará que Inglaterra podrá comprar vino a más bajo precio que si produjese en ese país.

Por su parte, Portugal podría producir tejidos más baratos que Inglaterra, pero si dedica esos recursos (90 hombres al año) a la producción de vino y exporta una parte de esa producción, entonces podrá comprar mayor cantidad de tejidos que si los hubiese producido. Claro que Inglaterra podría ni producir ninguno de los dos bienes y desplazar esos recursos (100 más 120 hombres al año) a Portugal, donde ambos bienes se producen más fácilmente. Pero, dice Ricardo, no es fácil que se dé este desplazamiento de trabajo y capital de un país a otro.

Por lo tanto, en condiciones de libre competencia se establecerá una división internacional de trabajo, bajo la cual cada país se especializará en producir aquellos bienes en los que posee ventajas comparativas. De esta manera, Ricardo demostró que habría especialización en los países y comercio internacional no sólo cuando existieran ventajas absolutas sino también en el caso en que algún país no tuviera ventaja absoluta pero sí ventajas comparativas.

La ley de población de Malthus

Otro pensador que es considerado miembro de la Escuela Clásica es Thomas Malthus, quién nació en Surrey en 1766.

La idea básica de esta teoría es que el crecimiento de la población se halla limitado por el volumen de los medios de subsistencia. Cuando estos aumentan, la población crece, es decir que, a medida que aumenta la producción de alimentos crece el número de familias, pero lo hacen mucho más rápido que la producción, provocando de esta manera, una insuficiencia de alimentos. Según Malthus, esta situación genera miseria y hambre en la población, a menos que el crecimiento de esta última se impida por algunos medios.

Para Malthus diferentes factores podían frenar el rápido crecimiento de la población. Por un lado, estaban aquellos que aumentaban la tasa de mortalidad (como las guerras y las hambrunas). Por otro, se encontraban factores como el vicio y la restricción moral que disminuían la tasa de natalidad. Por lo tanto, Malthus pensaba que se debía desalentar la procreación. Estaba en contra de la beneficencia pública y creía que la ayuda tendía a agravar el problema, pues, según él, la falta de previsión era la causa de la miseria de los pobres, quienes se lanzaban al matrimonio y a la procreación sin tener en cuenta el futuro.

Las clases improductivas

A diferencia de Smith y de otros pensadores clásicos, Malthus defiende la existencia de las clases improductivas" (los terratenientes, la burocracia, el clero, etc.) que no producen y sólo se dedican a consumir.

Según él, se logra así el equilibrio entre la producción y consumo, oferta y demanda, evitando que se generen "crisis de sobreproducción". Malthus pensaba que, en el caso de los alimentos, no existía la posibilidad de un exceso de producción, pues el aumento en estos bienes genera su propia demanda al hacer crecer la población. En cambio, en el caso de los bienes de lujo suponía que habría que estimular su consumo por parte de las clases ricas para evitar un desequilibrio en la economía.

Malthus rompe con una de las posturas centrales de la tradición clásica: la creencia en un permanente equilibrio entre la oferta y la demanda, gracias a una exacta correspondencia entre las cantidades producidas y las consumidas.

Say:

La economía política es únicamente la ciencia de la constitución económica espontánea, o, de las leyes que rigen las riquezas. La economía política llega a ser una ciencia puramente teórica y descriptiva; la misión del economista, como la del sabio, no es la de actuar de consejero sino, simplemente, la de observar, analizar y describir. Debe ser espectador impasible. “Lo que debemos al público, es decirle cómo y por qué tal hecho es la consecuencia de tal otro. Si quiere la consecuencia o si la teme, con ello le basta; ya sabe lo que tiene que hacer; pero nada de exhortaciones.

Say piensa aplicar el verdadero método científico; por lo demás, compara la ciencia nueva más con la física que con la historia natural. Como las leyes de la física, “sus principios no son obras de los hombres…Derivan de la naturaleza de las cosas, no se los establece, se los halla, gobiernan a legisladores y príncipes, y jamás se los viola impunemente”. Como las leyes de la gravedad, no se limitan a las fronteras de un país: “los límites de las administraciones de los Estados, que constituyen todo para la política, no son más que accidentes para la economía política…De esa manera construye la economía política sobre el modelo de una ciencia exacta cuyas leyes son universales. Igual que en física, menos importa acumular hechos particulares que formular un reducido número de principios generales de los que luego se deducirá, según las circunstancias, una cadena más o menos larga de consecuencias. Impasibilidad, preocupación por lo universal y desconfianza de las comprobaciones aisladas: tales son, indudablemente, las cualidades que debe poseer el sabio, pero cualidades que, exagerándose en espíritus de menor amplitud que el de Say, pueden deformarse fácilmente, transformarse en defectos, que en este caso se llamarían indiferencia, dogmatismo y desdén por los hechos.

Según Say, la oferta total de productos y la demanda total de productos son necesariamente iguales, porque la demanda total no es otra cosa sino la masa total de los productos creados; en consecuencia, una obstrucción general sería un absurdo. Equivale a una abundancia más general de riquezas, “y las riquezas son una cosa de la cual no están más obstruidas las naciones que los particulares. Sólo es posible una mala dirección de los medios de producción, y, consecuentemente, una superabundancia de tal o cual producto; en otros términos, una obstaculización parcial. El pensamiento de Say es que nunca debe temerse la producción excesiva de todas las mercaderías simultáneamente, pero que muy bien puede haberse producido demasiado de tal o cual en particular.

El estilo de Ricardo es más condensado y exige más atención del lector. Su exposición pocas veces ofrece el alivio de aquellas digresiones históricas y aquellas disquisiciones filosóficas que confortan a los lectores de Adam Smith, aunque puedan servirle al autor para eludir obstáculos analíticos. La forma en que Smith expone sus ideas hace que su libro pueda ser leído con gusto por cualquier persona culta no especializada en materias económicas. Ricardo, sin educación académica, era un científico en sentido más estricto. Escribía para sus colegas economistas, y su mayor influencia la ejerció sobre ellos.

El riguroso método deductivo que con frecuencia se atribuye a Ricardo, remplazó a la mezcla de deducción e historia, mucho menos austera que había practicado Smith. Hay mucho razonamiento a priori en los Principios. Hay el supuesto del homo económicus que lucha siempre por lograr la mayor satisfacción posible; hay postulados acerca de la estructura social, tales como la existencia de la competencia; y los ejemplos son por lo general hipotéticos y no históricos. Ricardo utiliza mucho la abstracción.

Sin embargo el método no ha cambiado mucho. El homo económicus estaba presente en ambos autores. Por ejemplo, Smith al explicar el comportamiento de la mano invisible, la hace depender a ésta al hecho social de la competencia.

Por último cabe destacar que tanto Ricardo como Malthus son considerados como los l pesimistas puesto que comienzan a encontrar algunas fallas en la organización capitalista (principalmente el último).

La ciencia de la economía....

La hazaña suprema de Smith y Ricardo consistió en poner orden en el estado caótico de la investigación económica. A ese orden se le ha dado el nombre de sistema clásico. Las diferentes escuelas de pensamiento existentes entre los economistas posteriores han elegido este nombre por diversas razones: para denotar la autoridad indiscutible y general que poseen; para dar importancia especial a las consecuencias de esas doctrinas en el campo de las políticas; y otras veces, para distinguir el sistema de las escuelas críticas que se desarrollaron después de él y que, para muchos economistas, representan cierta decadencia.

Los análisis por parte de los autores Smith y Ricardo revelan el extremado rigor y los principios subyacentes en el funcionamiento del sistema capitalista, así como el proceso histórico que lo produjo. A esto añadió Ricardo sus intentos por descubrir la tendencia de la evolución futura del sistema. En segundo lugar, este análisis se distingue también por haber sido el primero en reconocer explícitamente que los fenómenos sociales, e incluso la historia, obedecen a leyes propias que pueden ser descubiertas. Lo que da a la obra de Smith y Ricardo su carácter científico, fue el conocimiento de una legalidad interior tan compulsiva en la economía capitalista individualista como lo habían sido en el feudalismo las formas externas de reglamentación. Que hayan sido limitados en su análisis técnico y en sus opiniones sobre la validez de las leyes particulares que descubrieron, no desdice la grandeza de su obra.

Ellos enseñaron a los economistas posteriores la necesidad de un principio unificado para explicar los fenómenos económicos. Trataron de dar una idea completa del proceso económico.

En síntesis, los elementos que se distinguen que permiten el aseverar que la doctrina clásica sean considerados como ciencia económica es:

1) La aparición de un cuerpo riguroso, coherente, estructurado y sistematizado de leyes económicas que explican los fenómenos económicos

2) Utilización de un método científico y riguroso, con la finalidad de descubrir leyes que expliquen y pronostiquen ciertos comportamientos.


Bibliografía:

· Eric Roll, Historia de las doctrinas económicas, FCE. BsAs, 1994. Cap.VIII: La economía moderna.

· FERNÁNDEZ LÓPEZ, M. Historia del Pensamiento Económico. Buenos Aires. A-Z, 1998

· LANDRETH &COLANDER. Historia del Pensamiento Económico Ed. CECSA 2000

· GIDE & RIST. Historia de las doctrinas económicas T.I Bs As. Arayú