Mis pensamientos...

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lunes, 29 de septiembre de 2008

¿Es racional esto?






¿Es racional que el estado pague 26 veces más el precio del boleto vía subsidios?



Si no me creen, lean este articulo del diario La Nación


http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1054461

viernes, 26 de septiembre de 2008

Nacio la Ussra


Les presento una nota que encontré en la red.



Se trata de una crítica al plan de salvataje de los EEUU para paliar la crisis financiera.



Está destinado a los economistas ortodoxos (me incluyo).

Nació la Ussra
Por Alfredo Zaiat
El economista Nouriel Roubini realizó el análisis crítico más hiriente y preciso al mundo del libre mercado representado por los Estados Unidos a partir del multimillonario rescate financiero a las entidades hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac. “Los camaradas Bush, Paulson y Bernanke han convertido a Estados Unidos en la Ussra (United Socialist State Republic of America).” La administración Bush ha destinado 200 mil millones de dólares para salvar de la quiebra a esa pareja de instituciones que reúne unos 6 billones de dólares de hipotecas, casi la mitad de los 12 billones de dólares de los préstamos inmobiliarios de todo el sistema financiero estadounidense. En ese artículo que revela el nacimiento de la Ussra, publicado en el espacio de Internet Nouriel Roubini’s Global EconoMonitor, se sostiene que “el mayor rescate y nacionalización en la historia de la humanidad viene de la administración más fanática e ideológica pro libre mercado laissez-faire de la historia de Estados Unidos. Estas son las personas que durante años vomitaron la retórica del libre mercado y el recorte de la intervención del gobierno en los asuntos económicos”. La Ussra surge con ese salvataje que aumentó el patrimonio público en casi 6 billones de dólares, al tiempo que incrementó su deuda pública/pasivos por otro monto similar. La administración Bush se ha convertido así en el gobierno dueño de los más grandes fondos especulativos en el mundo, además de que se ha transformado en el mayor operador financiero de compra apalancada, con un coeficiente deuda/acciones de treinta:6 billones de deuda contra 200 millones de dólares de capital. Roubini es uno de los economistas estadounidense contemporáneos más rebeldes, en línea con Paul Krugman y Joseph Stiglitz, pero con posiciones que desafían aún más el discurso dominante. En ese documento considera que la nacionalización de Fannie y Freddie constituye el cambio de régimen más radical en la economía global y en los asuntos financieros en décadas. Menciona que en los últimos veinte años se derrumbó la Unión Soviética, cayó el Muro de Berlín y se expandieron las reformas en China y otras economías emergentes. En ese período la economía estatal dejó paso a las privatizaciones, política que fue apoyada con intensidad por los Estados Unidos predicando las bondades del libre mercado y de la empresa privada. Hoy, en cambio, Estados Unidos ha realizado la mayor nacionalización en la historia de la humanidad. Al presentar a la nueva nación, denominada Ussra, Roubini desafía con que el socialismo está bien vivo en Estados Unidos, aunque aclara que es un socialismo para los ricos y Wall Street. Un socialismo donde las ganancias son privatizadas y las pérdidas son socializadas a los contribuyentes estadounidenses. Está convencido de que se trata de la mayor intervención de un “gobierno socialista” en asuntos económicos desde la formación de la Unión Soviética y de China comunista. Además de Fannie y Freddie, enumera que la Ussra había rescatado a Bear Sterns, que su banca central (la Reserva Federal) sigue asistiendo con millonarios préstamos al sistema financiero, que los organismos de regulación crearon varios mecanismos de asistencia para evitar la quiebra de entidades, y que se han impulsado proyectos de ley para brindar garantías públicas para las hipotecas que tienen los bancos, entre otras medidas de fuerte intervención estatal. En ese megaoperativo, este fin de semana la administración de la Ussra definirá el destino del fallido banco de inversión Lehman Brothers. Por el diseño de esa estructura de emergencia “socialista”, Roubini señala con sarcasmo que a partir de ahora los inversores extranjeros serán bienvenidos a la United Socialist State Republic of America, donde podrán contabilizar importantes ganancias y nunca enfrentar ningún riesgo crediticio. “Los camaradas Bush y Paulson y Bernanke pasarán a los libros de historia como una troika de bolcheviques que convirtieron a Estados Unidos en la Ussra”, provoca, para apuntar que ellos eran tan ideológicamente fanáticos del libre mercado que no se dieron cuenta de que los mercados financieros sin supervisión y regulación son como una selva donde la codicia, sin temor a la pérdida o al castigo, conduce a las burbujas de crédito y bienes, a manías, eventualmente a la bancarrota y al pánico. Para poder acercarse al entendimiento de una crisis de semejante envergadura en la meca del capitalismo mundial, no sirve recostarse en los análisis tradicionales que, en general, justifican el crac sin poder avanzar en su comprensión. En cambio, teniendo en cuenta que lo que ha emergido en esta debacle es la United Socialist State Republic of America resultan pertinentes los análisis de los economistas marxistas, puesto que ellos son los estudiosos más rigurosos del funcionamiento del sistema capitalista. En esa corriente, el economista argentino Rolando Astarita se destaca por su calidad didáctica en un terreno bastante cerrado. En un interesante documento Explicación teórica de la crisis financiera (www.rolandoasta rita.com), el docente de la Universidad Nacional de Quilmes y de Sociales y Económicas de la UBA explica: - “La especulación en el mercado hipotecario de Estados Unidos de los últimos años hay que ubicarla en el marco de la plétora de capital que se produjo desde la salida de la recesión de 2001.” - “Siguiendo a Marx, digamos que una plétora de capital ocurre cuando se verifica una constante acumulación de capital-dinero que busca invertirse en alguna clase de inversión que reporte interés, sin ser acompañada de una expansión paralela de la inversión y la actividad productiva.” - “La caída bursátil de 2000 y la recesión de 2001 fue extremadamente suave gracias a los fuertes estímulos monetarios y fiscales, en el marco de una amplia financiación internacional.” - “De manera que no se produjo una desvalorización del capital a gran escala, como ‘exige’ una crisis provocada por sobreinversión.” - “El grave peligro de una recesión con deflación –este tema volvió a estar en la agenda de las discusiones del establishment económico– llevó a que todavía en 2003 la Reserva Federal bajara la tasa de interés al 1 por ciento, nivel en que la mantuvo hasta mediados de 2004.” - “Por otra parte hubo fuerte presión bajista sobre los salarios. De manera que junto a los estímulos monetarios y fiscales, la entrada de capitales extranjeros y la baja del dólar, se dieron los requisitos para que las ganancias de las corporaciones estadounidenses se recuperaran.” - “Desde 2001 el sector corporativo no financiero ha tenido los mayores excedentes financieros desde los inicios de los noventa, constituidos por beneficios no distribuidos. Pero estos beneficios aumentados no se han volcado a la inversión. Contra lo que predicen muchos modelos ‘de manual’, esta baja tasa de interés no generó un aumento de la inversión.” Las economías más poderosas del planeta están en el medio del ojo del huracán “Subprime”, el más violento desde el crac del ’29. Aún no están saliendo de esa devastadora tormenta financiera. Con la irrupción de la Ussra, la estructura financiera global ya no será igual a la dominante durante el festín de las últimas décadas, con escasa regulación al movimiento de capitales especulativos y con organismos de control colonizados por los bancos, como destaca Joseph Stiglitz. El escenario de recesión en las potencias económicas ya se hizo presente y, por ahora, la crisis tiene como epicentro a la potencia manejada por el gobierno bolchevique de la Ussra y a los países satélites europeos.






sábado, 6 de septiembre de 2008

La política de desendeudamiento del gobierno K

Hola a todos. Les dejo un articulo muy interesante del Lic Maximiliano Montenegro, acerca de la política de desendeudamiento llevada a cabo por el gobierno de Nestor y Cristina. Espero sus opiniones.
Los K son los mejores pagadores de la historia

Al FMI, al BM y al BID se abonaron 24.983 millones de dólares, más que en cualquier otro período de la Argentina. Por Maximiliano Montenegro.

Todavía está por verse si la historia recordará al matrimono Kirchner como la pareja presidencial que logró mejorar la distribución del ingreso en la Argentina. Pero Néstor y Cristina ya se ganaron un lugar en los libros de economía como los mayores pagadores de la historia argentina a los organismos internacionales de crédito, con sede en Washington o en París. Repasemos la información que surge de dos fuentes oficiales: la página web de la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía y un documento enviado por Félix Camarasa, director por Argentina en el Banco Mundial, al ministro Carlos Fernández. Los números son los siguientes: • Al Fondo Monetario Internacional, desde 2003, se abonaron, netos de desembolsos del organismo, U$S 17.061 millones. Con el siguiente detalle: en 2003, 752 millones; en 2004, 2.596 millones; en 2005, 4.102 millones; y en 2006, cuando se canceló la totalidad de la deuda, 9.611 millones de dólares. • Al Banco Mundial, desde la era K, se le giraron U$S 5024 millones. El desagregado es así: en 2003, 1377 millones; en 2004, 331 millones; en 2005, 854 millones; en 2006, 1014 millones, en 2007, 879 millones; y en lo que va de 2008, 569 millones de dólares. • Al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el matrimonio presidencial le gatilló U$S 2898 millones. En 2003, 273 millones; en 2004, 584 millones; en 2005, 392 millones; en 2006, 577 millones; en 2007, 496 millones; y en 2008 hasta junio, 576 millones de dólares. Insistimos. Los pagos de capital e intereses listados arriba son siempre netos de los desembolsos de préstamos por parte de los propios organismos. Es decir que es el dinero cash que voló desde Buenos Aires a Washington. En total, entre el FMI, Banco Mundial y BID, suman 24.983 millones de dólares en los últimos cinco años. Ningún otro período de la historia argentina del siglo pasado registra semejante transferencia de fondos a los organismos internacionales. A PARÍS ELLA SE FUE. A la cuenta anterior, obviamente, habrá que adicionarle los U$S 6706 millones del Club de Paris. Hasta hace unos meses, desde Washington a París se reclamaba al gobierno un pago inicial cash en reservas, para refinanciar la mayor parte de la deuda. La respuesta de la Casa Rosada era que no se echaría mano a las reservas, pero que había voluntad de negociar una refinanciación a 8 o 10 años de plazo con tasas de interés muy bajas, de entre 5 y 6 por ciento. La versión oficial es que todas las vías de negociación requerían, por los estatutos del Club, de la intervención del Fondo Monetario. El último ensayo para tratar de saltear al FMI habría sido la semana pasada, durante la visita de Thomas Shannon. El subsecretario de Asuntos Latinoamericanos de Bush habría dejado en claro que esa alternativa no era viable. Para el matrimonio presidencial resultaba inadmisible que las misiones del Fondo volvieran a desembarcar en Argentina, aunque más no fuera para confeccionar un documento técnico sobre la marcha de la economía que dejara tranquilos a los países miembros del Club, también principales accionistas del organismo. En los planes oficiales, el pago al Club de Paris debería cumplir dos objetivos. Por un lado, ahuyentar el fantasma de la cesación de pagos con el que vuelven a asustar las calificadoras internacionales de riesgo y despejar las turbulencias financieras. Por el otro, reabrir el canal de los préstamos para obras de infraestructura y de financiación de exportaciones, que podrían aprovechar las empresas europeas y norteamericanas radicadas en el país.La reacción de los “mercados” no fue la esperada, ni despejó nube alguna. En medio de la crisis financiera internacional, la fuga de capitales de toda la región (incluido Brasil) hacia los bonos del Tesoro norteamericano no permitió siquiera el repunte por algunas horas de las cotizaciones de los papeles argentinos. Para un Gobierno que demuestra semejante “voluntad de pago”, no es un dato menor. En cuanto al segundo objetivo, es probable que regularizar la situación con el Club abarate algunos puntos los préstamos de bancos europeos para obras de infraestructura, como el tren bala.La administración K, es cierto, retomó la iniciativa en materia de política económica. Pero si el objetivo central era, con lógica ortodoxa, recrear la confianza de los inversores financieros, faltó el impacto de un programa que incluyera otras medidas menos onerosas, como ser el anuncio de un proyecto para transparentar los números del Indec o de un plan para reducir gradualmente la inflación en los próximos 2 o 3 años. En las últimas horas, en algunos despachos oficiales empezó a circular la idea de ofrecer otras “señales”, como avanzar con el descongelamiento de tarifas (gas, agua, peajes, transporte), implementar una estrategia de recompra de bonos de la deuda más agresiva y hasta sorprender con algún anuncio para contener la suba de precios, en un intento por asociar el pago al Club de París con un cambio del clima financiero. Si no aparecen resultados a la vista, semejante costo sólo para “retomar la iniciativa” luce un poquito elevado. (AUTO)CRÍTICA KIRCHNERISTA. Desde el propio kirchnerismo, funcionarios y ex funcionarios, vertieron en privado algunas críticas interesantes a la cancelación con el Club. Desde otra perspectiva, con información de primera mano, sirven para sopesar costos y beneficios de la decisión. Veamos: • Nunca existió la decisión política de negociar con el Club. Durante la gestión de Martín Lousteau en Economía, Luis Alberto Moreno, el colombiano que preside el BID, se había ofrecido para destrabar la refinanciación de la deuda con el Club. Propuso oficiar de nexo con el FMI para que el informe de monitoreo económico de la Argentina no lo hiciera el Fondo sino el propio BID, un organismo políticamente correcto para los Kirchner. • Ni el BID ni el FMI pretendían imponer, como en otras épocas, condiciones (como privatizar la banca pública o subir las tarifas) al gobierno argentino. Sí hubiesen pedido transparentar las cuentas del Indec y los números fiscales. • Si el Gobierno no quiere sanear el Indec ni mostrar los números fiscales al Club de Paris, ¿cuál es el sentido de pagarles? El mensaje es el contrario al buscado: como no se quiere sentar a negociar para no mostrar los números reales, se les llena la cara de billetes. No se despeja ninguna de las dudas, pero el país se queda con menos reservas. La movida puede resultar un boomerang. • En medio de la mayor crisis financiera en décadas, Argentina paga 7000 millones a los países más poderosos del mundo. El contexto actual es muy distinto a la época en que se canceló la deuda con el FMI. En aquel entonces, el Banco Central no sabía cómo hacer para frenar la caída del dólar y en 10 meses recuperó todas las reservas perdidas. Desde marzo, en cambio, el Central perdió 3000 millones por la crisis del campo y todavía no pudo recuperar nada. • Si toda esta jugada era para destrabar el financiamiento del tren bala, mucho más barato era pagarlo cash con las reservas. El proyecto original cuesta 1400 millones, pero con el financiamiento a treinta años el costo total se eleva a 3900 millones de dólares. • Si la intención era alejar los rumores (interesados) de un nuevo default, hubiera sido más efectivo recomprar los vencimientos de deuda del año próximo. Con U$S 5000 millones, se podía recomprar más de la mitad de los vencimientos que debería refinanciar el Estado en el 2009, y la otra mitad podía negociarse con las AFJP. Así, además de lograr un buen ahorro (hay bonos que cotizan 75 por los que habrá que pagar 100 si se espera al vencimiento) se disipaba totalmente el horizonte de la deuda en el año electoral. • Las decisiones en la cúspide del poder son imprevisibles. De despreciar la negociación con el Club de Paris a poner todo al contado. De salir desesperadamente a buscar U$S 1000 millones en Venezuela –a una tasa del 15%, que es el exorbitante costo al que Argentina consigue financiamiento en los mercados— a pagar cash 7 veces más.