La Teoría del desarrollo económico. ¿Crecimiento económico Vs Desarrollo económico? o ¿Crecimiento económico con Desarrollo económico?
En los medios periodísticos e incluso en algunos ámbitos académicos, percibí la confusión en el uso de los vocablos “crecimiento económico” y “desarrollo económico”. En muchas oportunidades se los suele utilizar como sinónimos. Dado mi interés generado por estas circunstancias, y a partir de la situación económica favorable en términos de crecimiento económico (y no de desarrollo económico) trataré de explicar algunas nociones básicas de teoría del desarrollo económico y su relación con el crecimiento económico. Mi idea es poder delimitar la esfera conceptual de ambos vocablos. Para ello recurro a los expertos economistas especializados en Teoria del desarrollo económico como: Celso Furtado, Debraj Ray, Osvaldo Sunkel, Pedro Paz y Amartya Sen.
La teoría del desarrollo busca explicar las causas y el mecanismo del continuado aumento de la productividad del trabajo y las repercusiones de tal hecho en la organización de la producción y por ende, en el modo de cómo se distribuye y se utiliza el producto social. Esa labor explicativa se proyecta en dos planos. El primero, terreno de las formulaciones abstractas, implica el análisis del mecanismo del proceso de crecimiento en sí mismo, lo cual exige la construcción de modelos o esquemas simplificados de los sistemas que existen, modelos basados en relaciones estables entre variables cuantificables y estratégicas. El segundo plano, el histórico, comprende el estudio crítico, comparado con una realidad determinada, de las categorías básicas definidas por el análisis abstracto. No basta construir un modelo abstracto y elaborar la explicación de su funcionamiento. Resulta de igual importancia verificar la eficacia explicativa de este modelo frente a una realidad histórica.
En la teoría del desarrollo se presenta el problema metodológico que consiste en saber definir, por parte del economista, el nivel de generalidad en el que resulta válida una relación de valor explicativo, cualquiera sea. Es imposible eliminar el factor tiempo o ignorar la irreversibilidad de los procesos económicos históricos. Tampoco se pueden desconocer las diferencias de estructura entre economías de distinto grados de desarrollo.
El concepto de la riqueza material de una nación es bastante antiguo. Con toda probabilidad deriva de la toma de conciencia por parte de los miembros de una colectividad nacional del hecho de que constituyen un conjunto, y por ende, de que existe una interdependencia de sus intereses materiales.
La idea de riqueza sacada del aparato conceptual de la contabilidad patrimonial privada, excluye la dimensión temporal. Más bien se refiere a las existencias de bienes en un momento fijo, mientras que el esfuerzo productivo de la colectividad no puede ser definido fuera del tiempo, ya que no está limitado a generar bienes susceptibles de ser almacenados. Una parte de la producción tiene existencia real sólo si es considerado bajo la forma de un flujo: se trata de los servicios.
El economista creo el concepto complejo de ingreso, que corresponde a la remuneración (o al costo) de los factores que entran en la producción de los bienes y servicios. El ingreso generado en un período considerado puede ser concebido como el costo de la producción realizada o como igual al poder de compra originado en el mismo proceso de producción.
El paso decisivo en la teoría del desarrollo se logró con la definición con el concepto de flujo de ingreso.
En efecto el aumento del flujo de ingreso, por unida de fuerza de trabajo que se utiliza ha venido siendo aceptado desde la época de los clásicos como el mejor índice del proceso de desarrollo de una economía. El incremento del flujo de ingreso es el resultado ya sea de modificaciones en las técnicas de producción, ya sea del aumento de la dotación de capital por persona ocupada, y para su estudio se utiliza la constelación de factores que forman el conjunto económico nacional. El concepto de desarrollo puede ser igualmente utilizado si se refiere a cualquier conjunto económico en el que la composición de la demanda representa diferencias individuales y colectivas basadas en un sistema de valores. Si el conjunto económico presenta una estructura sencilla, si la demanda no se “autoforma” como sucede tratándose de una empresa o un sector productivo especializado, es conveniente sustituir el concepto de desarrollo por el más sencillo de crecimiento.
El concepto de desarrollo comprende la idea de crecimiento rebasándola. En efecto, aquel se refiere al crecimiento de un conjunto de estructura compleja. Tal complejidad estructural no es una cuestión de nivel tecnológico. Traduce la diversidad de las formas sociales y económicas generadas en el proceso de la división del trabajo social. Por satisfacer las múltiples necesidades de la colectividad, el conjunto económico nacional presenta esta gran complejidad de estructura, la cual está bajo la acción permanente de una multiplicidad de factores sociales e institucionales que rebasan el campo del análisis económico. Bajo este enfoque Perroux definió el desarrollo como “la combinación de cambios mentales y sociales de una población que la capacitan para hacer crecer, cumulativa y duraderamente, su producto real global.
El concepto de crecimiento sirve para expresar la expansión de la producción real, en el marco de un subconjunto económico. Tal crecimiento no implica necesariamente modificaciones en las funciones de producción, es decir, en la forma en que se combinan los factores en el sector productivo de que se habla. Es posible concebir la expansión de la producción de un sector como el resultado de la absorción de factores disponibles o extraídos de otros sectores de productividad más baja, sin que para ello se modifiquen las funciones de producción. Así pues el aumento de la producción textil, constituye un caso típico de crecimiento. Desde el punto de vista de la economía nacional, resulta menos clara la distinción entre crecimiento y desarrollo.
La hipótesis de crecimiento sin desarrollo, refiriéndonos a un conjunto económico de estructura compleja, resultaría una elaboración mental sin correspondencia con la realidad mental. Tal observación gana mayor validez cuanto más compleja se hace la división social del trabajo.
Para que tal crecimiento en la producción textil no acarreara modificaciones en la estructura económica hubiera sido necesario que ocurriera expansión simultánea en los demás sectores productivos, sin aumento de productividad. La oferta de mano de obra debería aumentar justo en la medida de los requerimientos de la expansión de su demanda, sin que intervenga el aumento que sea de la dotación de capital por trabajador y una economía cualquiera de escala.
Sería necesario no considerar el efecto de la expansión del mercado sobre la división del trabajo al que se refirió Smith., y suponer asimismo que todas las unidades de producción, en los demás sectores, están dotadas de la técnica más avanzada o que la tecnología avance en todos los sectores homotéticamente. En esta forma, el crecimiento de un conjunto complejo, sin desarrollo correspondería a un caso del cual se excluyera cualquier cambio en la estructura, a semejanza de lo que ocurre en un cristal en expansión.
En el mundo real, el crecimiento de un sector productivo, aunque se realice sin modificaciones en las funciones de producción, induce cierta recolocación de factores, y el aumento de la productividad media de tales factores. El hecho de que ese crecimiento produzca a veces desempleo tecnológico no implica que no existan modificaciones estructurales, pues la distribución del ingreso se habrá modificado en cualquier caso.
Es posible entonces suponer, que el crecimiento es igual al aumento de la producción, o sea, del flujo de ingreso, al nivel de un subconjunto económico especializado, y que el desarrollo es el mismo fenómeno observado desde el punto de vista de sus repercusiones en el conjunto económico de estructura compleja, que, obviamente, incluye al dicho sector especializado.
El desarrollo se produce mediante aumento de la productividad al nivel del conjunto económico complejo. Tal aumento de la productividad y del ingreso per cápita es causado por el fenómeno de crecimiento que tiene lugar en los subconjuntos o sectores. Los cambios de estructuras son alteraciones de las relaciones y proporciones internas del sistema económico, cuya básica son los cambios en las formas de producción, pero que no se podrían que concretar sin modificaciones en la forma de distribución y utilización del ingreso. El aumento de la productividad es posible mediante la introducción de modos más eficaces de uso de los recursos, que implican ya sea acumulación de capital, ya sea innovaciones tecnológicas. Por otro lado, la reasignación de recursos que acompaña el aumento del flujo de ingreso está condicionada por la composición de la demanda, que a su vez expresa el sistema de valores de la colectividad.
Así, el desarrollo es al propio tiempo un problema de acumulación y progreso técnico y un problema de expresión de los valores de una colectividad-
FUENTES:
Furtado, Celso. “Teoría y política del desarrollo económico”.
Sunkel, Osvaldo; Paz, Pedro. “El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo económico”.
Ray, Debraj. "Economia del desarrollo".
En los medios periodísticos e incluso en algunos ámbitos académicos, percibí la confusión en el uso de los vocablos “crecimiento económico” y “desarrollo económico”. En muchas oportunidades se los suele utilizar como sinónimos. Dado mi interés generado por estas circunstancias, y a partir de la situación económica favorable en términos de crecimiento económico (y no de desarrollo económico) trataré de explicar algunas nociones básicas de teoría del desarrollo económico y su relación con el crecimiento económico. Mi idea es poder delimitar la esfera conceptual de ambos vocablos. Para ello recurro a los expertos economistas especializados en Teoria del desarrollo económico como: Celso Furtado, Debraj Ray, Osvaldo Sunkel, Pedro Paz y Amartya Sen.
La teoría del desarrollo busca explicar las causas y el mecanismo del continuado aumento de la productividad del trabajo y las repercusiones de tal hecho en la organización de la producción y por ende, en el modo de cómo se distribuye y se utiliza el producto social. Esa labor explicativa se proyecta en dos planos. El primero, terreno de las formulaciones abstractas, implica el análisis del mecanismo del proceso de crecimiento en sí mismo, lo cual exige la construcción de modelos o esquemas simplificados de los sistemas que existen, modelos basados en relaciones estables entre variables cuantificables y estratégicas. El segundo plano, el histórico, comprende el estudio crítico, comparado con una realidad determinada, de las categorías básicas definidas por el análisis abstracto. No basta construir un modelo abstracto y elaborar la explicación de su funcionamiento. Resulta de igual importancia verificar la eficacia explicativa de este modelo frente a una realidad histórica.
En la teoría del desarrollo se presenta el problema metodológico que consiste en saber definir, por parte del economista, el nivel de generalidad en el que resulta válida una relación de valor explicativo, cualquiera sea. Es imposible eliminar el factor tiempo o ignorar la irreversibilidad de los procesos económicos históricos. Tampoco se pueden desconocer las diferencias de estructura entre economías de distinto grados de desarrollo.
El concepto de la riqueza material de una nación es bastante antiguo. Con toda probabilidad deriva de la toma de conciencia por parte de los miembros de una colectividad nacional del hecho de que constituyen un conjunto, y por ende, de que existe una interdependencia de sus intereses materiales.
La idea de riqueza sacada del aparato conceptual de la contabilidad patrimonial privada, excluye la dimensión temporal. Más bien se refiere a las existencias de bienes en un momento fijo, mientras que el esfuerzo productivo de la colectividad no puede ser definido fuera del tiempo, ya que no está limitado a generar bienes susceptibles de ser almacenados. Una parte de la producción tiene existencia real sólo si es considerado bajo la forma de un flujo: se trata de los servicios.
El economista creo el concepto complejo de ingreso, que corresponde a la remuneración (o al costo) de los factores que entran en la producción de los bienes y servicios. El ingreso generado en un período considerado puede ser concebido como el costo de la producción realizada o como igual al poder de compra originado en el mismo proceso de producción.
El paso decisivo en la teoría del desarrollo se logró con la definición con el concepto de flujo de ingreso.
En efecto el aumento del flujo de ingreso, por unida de fuerza de trabajo que se utiliza ha venido siendo aceptado desde la época de los clásicos como el mejor índice del proceso de desarrollo de una economía. El incremento del flujo de ingreso es el resultado ya sea de modificaciones en las técnicas de producción, ya sea del aumento de la dotación de capital por persona ocupada, y para su estudio se utiliza la constelación de factores que forman el conjunto económico nacional. El concepto de desarrollo puede ser igualmente utilizado si se refiere a cualquier conjunto económico en el que la composición de la demanda representa diferencias individuales y colectivas basadas en un sistema de valores. Si el conjunto económico presenta una estructura sencilla, si la demanda no se “autoforma” como sucede tratándose de una empresa o un sector productivo especializado, es conveniente sustituir el concepto de desarrollo por el más sencillo de crecimiento.
El concepto de desarrollo comprende la idea de crecimiento rebasándola. En efecto, aquel se refiere al crecimiento de un conjunto de estructura compleja. Tal complejidad estructural no es una cuestión de nivel tecnológico. Traduce la diversidad de las formas sociales y económicas generadas en el proceso de la división del trabajo social. Por satisfacer las múltiples necesidades de la colectividad, el conjunto económico nacional presenta esta gran complejidad de estructura, la cual está bajo la acción permanente de una multiplicidad de factores sociales e institucionales que rebasan el campo del análisis económico. Bajo este enfoque Perroux definió el desarrollo como “la combinación de cambios mentales y sociales de una población que la capacitan para hacer crecer, cumulativa y duraderamente, su producto real global.
El concepto de crecimiento sirve para expresar la expansión de la producción real, en el marco de un subconjunto económico. Tal crecimiento no implica necesariamente modificaciones en las funciones de producción, es decir, en la forma en que se combinan los factores en el sector productivo de que se habla. Es posible concebir la expansión de la producción de un sector como el resultado de la absorción de factores disponibles o extraídos de otros sectores de productividad más baja, sin que para ello se modifiquen las funciones de producción. Así pues el aumento de la producción textil, constituye un caso típico de crecimiento. Desde el punto de vista de la economía nacional, resulta menos clara la distinción entre crecimiento y desarrollo.
La hipótesis de crecimiento sin desarrollo, refiriéndonos a un conjunto económico de estructura compleja, resultaría una elaboración mental sin correspondencia con la realidad mental. Tal observación gana mayor validez cuanto más compleja se hace la división social del trabajo.
Para que tal crecimiento en la producción textil no acarreara modificaciones en la estructura económica hubiera sido necesario que ocurriera expansión simultánea en los demás sectores productivos, sin aumento de productividad. La oferta de mano de obra debería aumentar justo en la medida de los requerimientos de la expansión de su demanda, sin que intervenga el aumento que sea de la dotación de capital por trabajador y una economía cualquiera de escala.
Sería necesario no considerar el efecto de la expansión del mercado sobre la división del trabajo al que se refirió Smith., y suponer asimismo que todas las unidades de producción, en los demás sectores, están dotadas de la técnica más avanzada o que la tecnología avance en todos los sectores homotéticamente. En esta forma, el crecimiento de un conjunto complejo, sin desarrollo correspondería a un caso del cual se excluyera cualquier cambio en la estructura, a semejanza de lo que ocurre en un cristal en expansión.
En el mundo real, el crecimiento de un sector productivo, aunque se realice sin modificaciones en las funciones de producción, induce cierta recolocación de factores, y el aumento de la productividad media de tales factores. El hecho de que ese crecimiento produzca a veces desempleo tecnológico no implica que no existan modificaciones estructurales, pues la distribución del ingreso se habrá modificado en cualquier caso.
Es posible entonces suponer, que el crecimiento es igual al aumento de la producción, o sea, del flujo de ingreso, al nivel de un subconjunto económico especializado, y que el desarrollo es el mismo fenómeno observado desde el punto de vista de sus repercusiones en el conjunto económico de estructura compleja, que, obviamente, incluye al dicho sector especializado.
El desarrollo se produce mediante aumento de la productividad al nivel del conjunto económico complejo. Tal aumento de la productividad y del ingreso per cápita es causado por el fenómeno de crecimiento que tiene lugar en los subconjuntos o sectores. Los cambios de estructuras son alteraciones de las relaciones y proporciones internas del sistema económico, cuya básica son los cambios en las formas de producción, pero que no se podrían que concretar sin modificaciones en la forma de distribución y utilización del ingreso. El aumento de la productividad es posible mediante la introducción de modos más eficaces de uso de los recursos, que implican ya sea acumulación de capital, ya sea innovaciones tecnológicas. Por otro lado, la reasignación de recursos que acompaña el aumento del flujo de ingreso está condicionada por la composición de la demanda, que a su vez expresa el sistema de valores de la colectividad.
Así, el desarrollo es al propio tiempo un problema de acumulación y progreso técnico y un problema de expresión de los valores de una colectividad-
FUENTES:
Furtado, Celso. “Teoría y política del desarrollo económico”.
Sunkel, Osvaldo; Paz, Pedro. “El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo económico”.
Ray, Debraj. "Economia del desarrollo".
Seen, Amartya. "Desarrollo y libertad"
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