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jueves, 27 de septiembre de 2007

Un modelo económico insostenible


¿Por qué este modelo económico es insostenible? (Primera Parte)
Por Darío Ezequiel Díaz


El modelo económico actual es insostenible desde cualquier punto de vista. ¿Por qué insistir tanto con la política de dólar alto? ¿Hacia donde vamos? ¿Caeremos en una nueva crisis? ¿Son sólo los economistas “neoliberales” los que profetizan la futura recesión? Soy consciente que lo que afirmo les disgusta al Gobierno Nacional, como asimismo a los sectores beneficiados por dicha política; pero a la vez, no puedo negar mis conocimientos y mis ideas, mostrando mi parecer siempre con un tono de respeto y con argumentos técnicos.
¿Por qué el insistir con una política de cambio nominal alto, y por consiguiente, un dólar caro?
Recuerdo cuando en los primeros meses del año 2004, el entonces presidente del Banco Central, Prat Gay, mostraba su inconformismo de llevar adelante un tipo de cambio alto y el no implementar “metas de inflación” (en ese entonces, el Presidente Kirchner, mencionaba la posibilidad de seguir como política económica en el futuro un dólar a $3), inconformismo que lo llevó a ser desplazado (formalmente presentó su renuncia) en su cargo posteriormente. ¿En cuánto acertaba o se equivocaba en su pronóstico el ex presidente de la autoridad monetaria? Para responder esto, primero hay que preguntarse: ¿Qué ventajas tiene el dólar caro?
El contar con un dólar caro significa que su precio va a estar por encima del nivel de equilibrio de mercado. Es decir, en el valor donde la oferta y demanda de dólares se igualan. Dicho en otras palabras, algún agente económico tiene que aumentar la demanda de dólares para sostener su precio por encima del de mercado. Ese sujeto económico es el Estado. ¿Con qué recursos comprará el Estado los dólares necesarios para sostener el tipo de cambio en el nivel deseado? Una alternativa es el superávit fiscal. En ese caso, el Estado tendría que tener un superávit similar al excedente de oferta de dólares que hay en el mercado. Los oferentes de dólares suelen ser los exportadores, especuladores y los que ingresan capitales. Los demandantes suelen ser los importadores, los especuladores y los que retiran capitales.
El principal beneficio de contar con un tipo de cambio alto es tener exportaciones altas e importaciones deprimidas. Es decir, un saldo de balanza comercial positivo. El superávit fiscal debe ser equivalente al saldo de balance comercial, puesto que cuanto mayor sea el superávit de comercio exterior, más esfuerzo fiscal será necesario realizar (comprar dólares) Esto trae aparejado que se deba seguir adelante un gasto público muy bajo o una presión impositiva muy alta. Es muy sencillo. Se debe mantener el superávit de las cuentas públicas obligatoriamente. (Actualmente es creciente el nivel de gastos debido al año electoral)
¿Qué sucede con movimientos de capitales positivos? El esfuerzo fiscal tiene que ser mucho mayor, para poder seguir manteniendo alta la demanda de dólares y el tipo de cambio. Entonces, con tipo de cambio alto, se debe mantener lo más bajo posible el flujo de inversiones extranjeras directa.
La teoría económica afirma que otro mecanismo a emplear el Estado para sostener alto el tipo de cambio es el de la emisión monetaria. Esa emisión genera inflación, con lo cual el costo de sostener un tipo de cambio alto recae sobre los sectores de ingresos fijos. Se produce, así, una redistribución del ingreso de los sectores menos favorecidos hacia unos pocos que se benefician con el dólar caro.
La emisión monetaria aumenta la base monetaria, y por lo tanto, la oferta monetaria. Esto trae aparejado inflación, agravado principalmente también por:
1) La utilización al límite de la capacidad instalada de los sectores más sensibles de la economía.
2) El aumento de los costos internos de la materia prima y de la mano de obra,
3) El aumento en el costo de los materiales importados
4) La falta de inversiones del sector privado.
5) El control de precios y la política de rentas llevada a cabo por el Gobierno.
6) El estímulo constante a la demanda agregada de la economía sin su contrapartida en el incentivo a la oferta agregada.
7) El incremento de los precios internacionales de los comoditties.

La última alternativa que le resta al Gobierno en su afán de mantener un tipo de cambio alto es emitir pesos para comprar dólares y luego retirar esos pesos del mercado colocando deuda pública (estelirizando). Obviamente, este mecanismo tiene un costo fiscal que también lo hace inviable en el largo plazo.

La economía se encuentra ante un trilema. Alguna de ellas se tiene que aceptar. No se puede evitar a las tres.
1) Alta presión impositiva que sofoca y desalienta la inversión privada
2) Un fenómeno inflacionario con salarios reales muy bajos
3) Un endeudamiento creciente (Mediante el pago al FMI, se canceló la deuda en la cual se abonaba el tipo de interés más bajo del mercado crediticio, a cambio de financiamiento vía bonos de origen venezolano)



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